Hay minutos en la vida que son puntos de quiebre en lo cotidiano, que nos permiten detenernos en nuestro caminar acelerado, levantar la cabeza y poder ver que no caminamos solos por la calzada que es la existencia humana. Hoy con mucho pesar lamentamos la partida de nuestro querido Amaro Foncea, excompañero y exalumno de la comunidad educativa. Amaro era un remolino, un estudiante lleno de energía y alegría que podía cultivar el amor de cualquier docente con su ternura y sencillez. Hoy despedimos a un joven que podría haber estado en nuestras aulas cursando cuarto medio con quienes había compartido por años risas, juegos y travesuras de niño.
Con el curso que lo cobijo por muchos años dedicamos la jornada de hoy a recordarlo y construimos una imagen iconográfica que lo representa, un amante de la astronomía que ve el universo con colores y juegos, si algo podía distinguirlo era la alegría con que vivía la vida.
Esperamos como Comunidad Trememn que el tiempo traiga paz a su entorno más cercano, que brinde fortaleza a padres y hermanos y que a nuestros estudiantes les permita valorar la vida, como el tesoro más preciado que puede tener un ser humano.
Despedimos en el plano físico a Amaro Foncea, que si bien dejó la comunidad Trememn hace tres años, vivía y seguirá viviendo en los corazones de quienes tuvimos la dicha de conocerlo.
Colegio Trememn.