Cuando decidí entrar al mundo de la pintura, jamás me imaginé triunfando en ella, iba mentalizada en solo experimentar algo nuevo. Y si bien aun no lo hago, es increíble cómo cambian las percepciones de las cosas… Llevo 5 años pintando y cada vez que inicio un cuadro, una pintura nueva, la emoción se cala entre mis venas y la excitación que tuve en mis primeras pinturas se sigue manteniendo hasta el día de hoy.
A la hora de enfrentarme a mi primer cuadro, tuve miedo. Y estoy segura que yo no soy la única, aun recuerdo cuando la Andrea llegó el primer día y no sabía qué hacer, se le notaba en sus ojito. Pero sí tuve miedo, de arruinar la pintura aunque ni siquiera hubiese hecho algo, de no saber empezar, o qué hacer y un montón de pensamientos negativos. Pero dicen por ahí, yo he escuchado, que si tienes miedo es porque vas por el camino correcto, y no me da pudor decir que alguna vez me dio miedo de pintar, ese miedo se transformó en una de las mejores sensaciones que uno tiene al pintar, es única, es liberación.
A lo largo del taller de pintura no sólo he conocido técnicas de arte o teoría sobre este, he aprendido más sobre mí, me ha ayudado a encontrar la paciencia que tanta falta me hace a veces, a ser perseverante con lo que quiero lograr, y que si cometo un error, la solución para remediarlo siempre estará.
Este es mi último año siendo alumna del taller, y quiero aprovechar esta instancia para agradecer a mi gran profesora, la profe María Isabel, por darnos esta gran oportunidad de aprender sobre este arte tan especial, tan unificador, y también por aguantarnos tanto! Por llamarla a cada rato para que nos ayude, por gritar y reírnos a carcajadas en clase, por soportar las veces en que no andamos con ganas de pintar o por entender cuando no podemos pintar algo como queremos, y ahí va ella, al rescate por nosotros…
También agradecer a mis compañeros de taller, quiero decirles que jamás dejen de lado su talento, aprovéchenlo al máximo, pinten con el alma, que el arte solo fluye en nuestro interior, que puede nutrir nuestra imaginación y formarse a través de emociones inigualables. Recuerden que debemos ser artistas creativos y precursores, nuestra capacidad creadora puede llegar a proporciones inefables.
Muchas gracias a la dirección de Trememn por permitir que esto surja y por el apoyo de toda la comunidad, pero más agradezco a quienes formamos y hacemos parte de esto.
Una pintura, es un poema sin palabras. Gracias por su atención y buenas tardes.
Jorge Torres
Bibliotecólogo