Avanza el calendario y aparecen las PCA (Padres Comprometidos con los Alumnos)

Creo que usted concordará conmigo que el tiempo es implacable; ¿y cómo no? si ya estamos terminando el mes de abril. Como un soplido de velas -tal como lo hiciéramos en la celebración de nuestros diez años-, han transcurrido estas semanas. Pronto viene nuestra segunda reunión de padres, madres y apoderados, no nos dimos cuenta como se instaló el ritmo riguroso del estudio, el acompañar a nuestros hijos e hijas en la desafiante tarea de velar por sus estudios. Cómo van llenándose los casilleros con las notas, aunque numéricas, se aprecian como bemoles de una canción…con altos y bajos.

Es que no es fácil para los padres de enseñanza media acompañar en un proceso de madurez, aprender a adquirir un método de estudio…en no pocas ocasiones se trata de aprender a estudiar. Crear la disciplina y organización suficientes para que nuestros hijos e hijas rindan de manera óptima. Por su parte, los más pequeños tienen la ayuda de sus madres, a veces los padres, que se amanecen ayudando en algunos trabajos manuales y acompañándoles en el reforzamiento de las materias correspondientes a su nivel escolar.

Con todo, vamos viviendo el día a día en nuestra comunidad. Vamos construyendo nuestro diario de vida, escribiéndolo con letras de coral. Un diario que nos pertenece a todos y todas. Un diario que archiva los momentos en común -unión. Un diario que titulamos hace diez años como Familia Trememn.

Son parte de las páginas, los talleres artísticos extra programáticos, las competencias de matemáticas, las actividades de la semana aniversario, los preparativos del Carnaval Cultural y llegamos al día del alumno (15 de mayo), momento en que les damos el apoyo como padres, madres y apoderados a nuestros hijos e hijas. Con un chocolate caliente en esos días fríos que hace mérito a su nombre: el mes del mar. Un vaso de chocolate caliente, como un abrazo fraternal de amplio continente, que cobija a todos nuestros niños y niñas, adolescentes que necesitan el refuerzo de las familias y el apoyo para sus labores escolares. Un “choco” que “late”, porque lo hacemos de corazón.

El tiempo va marcando poco a poco los días del calendario, tal como decía en un comienzo: el tiempo es implacable (severo, inflexible). Por tal razón, y parafraseando a mi abuela, diría que “el tiempo no pasa… se queda”. Así como el Centro de Padres, Madres y Apoderados, desea que cada actividad que hemos vivido se quede en nosotros como una experiencia significativa. Que nos enseñe a valorar la interculturalidad y respetar la intraculturalidad que nos brinda nuestro Colegio. Que se quede con nosotros y nos permita ser mejores, no solo como padres y madres, sino como personas. Porque somos ejemplo para nuestros hijos e hijas y si queremos que ellos y ellas sean mejores debemos ser consecuentes. ¿No creen?

Por nuestra parte, como organización, queremos que perdure en el tiempo el compromiso que han expresado apoderadas y apoderados que se han sumado a nuestro trabajo; a la tarea de construir una comunidad con más identidad y pertenencia. Somos como el tiempo, implacables en erradicar aquella imagen o concepto que el Centro de Padres, Madres y Apoderados, nada hace.

John Maulén Zamorano

Presidente del CGPA.