«El odio a las razas no forma parte de la naturaleza humana; más bien es el abandono de la naturaleza humana.»
(Orson Welles, cineasta)
El 21 de Marzo se conmemora, por cuadragésima octava vez, el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, en honor a la Matanza de Sharpeville – 1960 –, en donde 69 personas de raza negra fueron asesinadas y 180 resultaron heridas, suceso que marcó totalmente la historia de Sudáfrica y, así mismo, al mundo entero.
Desde esa fecha, la Organización de la Naciones Unidas (ONU), plantea, en este día, una temática distinta para reflexionar sobre lo que hemos hecho como sociedad y buscarle solución al Racismo. Este año, la temática es “Aprender de las tragedias históricas para combatir la discriminación racial del presente” y nosotros, como alumnos Trememn y partícipes del electivo Derechos de las minorías, la lucha por la igualdad, queremos invitarlos, a sumarse a esta iniciativa para ser parte de una humanidad más inclusiva.
De un modo u otro, la discriminación racial nos abarca a todos, nos toma y nos hace parte de ella aunque no queramos, aunque no seamos consciente de su presencia en los medios de comunicación, en la publicidad, en los diálogos cotidianos. Sólo basta con mirar cualquier revista de las grandes tiendas en su sección infantil, ¿representan esos niños realmente la diversidad de la sociedad chilena?. La respuesta puede ser un punto de inicio para analizar que ocurre en Chile con la discriminación, y a la larga descubrir que nos encontramos entre los 20 países más discriminadores del mundo.
La discriminación racial es parte de la estructura que por años ha jerarquizado los grupos humanos, lo importante es que hoy en cada acción estemos listos para afrontarla, y como somos – necesariamente – parte de su estructura, es esencial que la visualicemos, para hacernos conscientes de su existencia.
La diversidad racial, como todas las diversidades enriquecen al mundo, le permiten ver todo desde ópticas distintas, no por su color de piel sino por la riqueza cultural que cada grupo humano aporta a esta llamada humanidad. ¿ Por qué es importante respetar esta diversidad racial? porque es parte de las confianzas a la vida, porque nos hace más valiosos, porque nos hace simplemente más felices, porque nos permite ver más allá de lo físico y establecer relaciones desde el interior de cada persona, de lo que realmente es importante, desde el color de nuestra alma.
Orson Wells – el famoso cineasta conocido por causar revuelo al radio ejecutar «La guerra de los Mundos» – dijo: «El odio a las razas no forma parte de la naturaleza humana; más bien es el abandono de la naturaleza humana.» Esto quiere decir que es, al contrario de lo que se creía antiguamente – pensamiento contra el que se lucha visiblemente este día -, la diversidad racial es la que define al ser humano en su total riqueza, y no la jerarquía de las mismas. Esa es nuestra invitación: a reflexionar sobre cómo somos y qué haremos para erradicar el racismo de nuestra sociedad.
Como curso electivo, hemos decidido emprender la misión de valorar la diferencia sin prejuicios, en búsqueda de una experiencia inefable, a aprender a ver el mundo desde las minorías y comprender que la humanidad ha emprendido grandes luchas, que no son las guerras mundiales o las disputas por recursos naturales. Son las luchas por la igualdad que aún hoy persisten y se dan día a día, sin descanso, pero con la certeza que la humanidad tiene su mayor riqueza en su propia diversidad.
Sin embargo, creemos que tenemos una misión cumplida y a la vez fallida; alcanzamos la meta, la limerencia, la serendipia que nos abre los ojos porque creemos lo que somos, pero al mismo tiempo no logramos cruzar la línea, nos quedamos ahí, a un paso, con las manos estiradas, porque hoy no podemos hacer nada más que conmemorar y llamar a que nos acompañen, llamar a que acepten la invitación de correr con nosotros.
Nos aborrece la discriminación, literalmente, nos enfurece, nos maldice, nos hace sentir menos humanos; tenemos tanta pena, tanta rabia en la garganta por esta humanidad distante que mata, mató y seguirá matando a tanta persona sólo por pertenecer a otra raza, ser de otro color, saberse distinto; nos aborrece la idea de creernos superiores por no serlo, por creer parecerlo, por sentirlo sin que exista o por seguir una simple teoría nazista; nos aborrece porque somos personas de verdad, porque somos humanos.
Entonces, al final, sólo nos queda preguntarles: ¿Aceptan la invitación? ¿Se aventuran a vivir esta experiencia tan sorprendente que es valorar la diversidad? ¿Se arriesgan a comenzar a ser parte de nuestro ideario y a reconocer su función en la minoría, en la sociedad misma, en el mundo globalizado? ¿Se arriesgan, en breve, a comenzar a ser realmente humanos?
Electivo Derechos de las minorías, la lucha por la igualdad
IV medio Colegio Intercultural Trememn